Es cuestión de la camisa.
Todos tenemos un armario lleno de camisas y camisetas. Los hay que tienen un montón y otros que son más de siempre la misma. Hay quién prefiere la variedad y va sin estilo definido y quién se encasilla en que sólo el negro le queda bien y de ahí no sale.
Hay camisas para correr, para bailar y para dormir. Las hay que te las pones en casa con gente de confianza y las que usas para impresionar porque te destacan. Las hay que enseñan cacho y que tapan. Con escote, sin escote, con publicidad enmarcada y de mil colores. Que te definen o que te pones porque toca. Hay quien se pone la que pega y quien va de rojo al funeral de su tía porque cree que la adaptación es cosa de perder identidad.
Y ya ahí varían las personas. Porque está quien es costurero y va haciéndose camisas que le quedan bien, quien compra todas las que puede y en rebajas mejor, quien es estilista y te dice qué te queda bien. Hay gente que se la suda llevarla llena de agujeros y quién vive pendiente de mirarse al espejo. Hay quien lleva la prestada y quien sólo imita las de algún ídolo de serie o peli.
Aunque al final todos llevamos la camisa por el mismo motivo, porque ir desnudo está mal visto.
Y tienen su función a ver si me entiendes. Quitan frío, dan misterio a lo que hay debajo, realzan lo que quieras, tapan lo que no te gusta enseñar...
Pero es una cosa muy tonta si vemos la metáfora. Porque al final son algo impuesto, porque no nacimos creyendo que necesitábamos una y de pequeños nos daba bastante igual. Y porque nadie que se acaricie sin camisa dirá que es mejor follar con ropa.
Yo creo que nos pasamos la vida esperando a que alguien venga y nos revuelva el armario. Que coja todo, lo saque, se lo pruebe, lo critique, lo alabe, se lo lleve, lo arrugue, lo manche, lo lave, lo planche y lo cuide. Y lo vuelva a colgar en el mismo sitio pero deje su olor ahí, o su recuerdo.
Creo que pasamos la vida esperando que alguien nos quite la camisa. Todas ellas.
Toda la vida para que alguien nos desnude, y no tengamos que llevar nada en su presencia. Ah...Libertad.
Queremos que nos vean sin ropa.
Pero nos da mucho miedo estar desnudos.
Putos complejos.
Pasamos la vida esperando a que nos vean sin ropa. Y por ellos, por el miedo a que nos vean, por la incomodidad de estar desnudos, por la jodienda de pasar frío si no nos abrazan.
Por todo eso la llevamos puesta.
Y así pasa, que cuando alguien está cerca de quitarnos la camisa...
...recordamos que teníamos una chaqueta.
Y la abrochamos.
Por si acaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario